El sábado, nos fuimos de excursión al castro celta de Saldeana. Provistos de víveres, chubasqueros y prismáticos, Fer nos guió hasta nuestro objetivo. Esta excursión -sólo para valientes-, nos dejó un grato sabor de boca (por el chocolate con churros que nos merendamos al finalizar). Avistamos aves, que aunque seguras de nuestras amistosas intenciones, no quisieron comprobarlo más de cerca. Una pena. El castro nos brindó refugio de las inclemencias del tiempo y allí decidimos que........ ¡¡VOLVEREMOS!!!. En cualquier caso, merece contemplar la foto, porque ya se sabe que una imagen vale más que mil palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario